Buscando en el pasado
Después de leer la carta de la Reina Narielivana en la que se daban a conocer algunos de los detalles de la Boda Real, Elor Selderan se la entregó a su senescal para que se encargase de cumplir con las peticiones de la Reina. En la cabeza del bladesinger seguía dando vueltas la misma idea. Decidido a terminar de arrancar ese pensamiento de su cabeza, tomó su capa y se dirigió a los establos donde mando ensillasen a su caballo. ”Todo es cuestión de engañar a los sentidos”, pensaba Elor mientras veía a su caballo partir llevando a cuestas un espejismo de su propia persona. ”Esa ilusión los mantendrá despistados suficiente tiempo”.
Una vez de regreso en su despacho, Elor se preparó para teletransportarse mágicamente al Santuario. No había puesto un pie en ese lugar en mas de 100 años pero esa idea en su cabeza lo obliga a ir de nuevo.
En un abrir y cerrar de ojos el lider de la casa Selderan se encontraba frente a la entrada de lo que había sido el Santuario de su maestro. Ahora no era más que una simple y abandonada caverna con tantas protecciones mágicas que hacían imposible su detección. Aquí reposaba el antiguo tomo del que aprendió las artes del combate mágico y las técnicas necesarias para usar armadura mientras hacía sus hechizos.
El olor a piedra húmeda y a moho trajeron a su memoria las veces que tuvo que pelear en la oscuridad en contra de su maestro para mejorar su concentración, o las ocasiones en las que tuvo que pasar días sin comer mientras conjuraba hechizo tras hechizo, mientras su voluntad se hacía más férrea.
Y luego, despues de haber recordado como en un corto reverie los años de aprendizaje clandestino en esa caverna, el mismo pensamiento se volvió a abrir paso en su mente de manera tan violenta que Elor no tuvo más remedio que decirlo en voz alta: “Eliador será el heredero del Suel Arcanamach”